Nuestros amigos felinos son famosos por su voraz curiosidad, pero ¿Alguna vez te has preguntado por qué nuestros gatitos son tan curiosos?
Del mismo modo que ocurre con muchas de sus extrañas conductas, la necesidad de explorar de nuestros gatos está profundamente enraizada en sus instintos. Aunque es probable que hayas escuchado la frase “la curiosidad mató al gato”, el hecho es que la curiosidad es lo que ha mantenido viva a su especie a lo largo de siglos.
La curiosidad de un gatito se manifiesta de muchas formas, desde intentar meterse en pequeños lugares u observar cada uno de nuestros movimientos, hasta observar y analizar el mundo desde una posición elevada. La respuesta corta es que estos comportamientos son un reflejo directo de sus instintos de caza, pero también de los instintos que les han ayudado escapar de los depredadores durante siglos.
¡Otra cosa de la que nuestros amigos peludos tienden a sentir curiosidad es en nosotros! ¿Alguna vez has pillado a tu gato con la mirada fija en ti? Como cazadores, nuestros curiosos camaradas, como modo de supervivencia, en todo momento están conscientes de su entorno. Entonces, de forma natural, cuando estamos en su entorno, quieren saber lo que estamos haciendo. Para ellos, mirarnos es interesante, quizá incluso entretenido.
¡Además de esto, nos aman! Representamos la comida, la calidez, la comodidad, la seguridad, el compañerismo y el afecto., así que ¡no resulta tan extraño que quieran saber lo que estamos haciendo!