Popularmente, está extendida la afirmación que los gallos cantan con la primera luz matutina y estos se proponen despertar a todo aquel que aún permanezca dormido. Esta afirmación es, sin lugar a dudas, demostrable por todos aquellos que viven en zonas rurales o han ido una temporada a pasar unos días en el campo.

¿Cómo cantan los gallos?

Los gallos son conocidos por su peculiar canto descrito por la onomatopeya “quiquiriquí”, con el cual osan despertar a todo aquel que duerma plácidamente por la mañana. Pero ¿nunca te has preguntado cómo es posible que produzcan este sonido?

Lo cierto es que los gallos, como muchos otros pájaros, basan gran parte de su comunicación en el sonido, y esto es posible gracias a su órgano vocal, la siringe (estructura que a nosotros nos permite hablar), así como también los músculos que la rodean y facilitan, en muchas aves, la posibilidad de emplear toda clase de tonos y gorjeos dependiendo de la fuerza con la que pase el aire y cómo se contraen dichos músculos.

Los gallos tienen esta compleja estructura ósea situada más a bajo que los humanos, pues se sitúa en la tráquea, concretamente, en la bifurcación que lleva el aire hacia los bronquios. Nosotros, en cambio, la tenemos localizada antes, en la laringe.

¿Qué significa el canto del gallo?

Ahora que ya sabes cómo son capaces los gallos de emitir su característico canto, seguramente quieras saber con qué intención estos realizan dicha conducta.

Primero de todo), cabe destacar que son los gallos, es decir los machos, los únicos que emplean este peculiar sonido. Las gallinas, en cambio, no tienen esta necesidad. Además, en caso de gallos castrados, estos tampoco producen este sonido.

Este comportamiento es, por lo tanto, producido como respuesta hormonal por el hecho de ser macho, y con dos finalidades bien concretas: para atraer a las hembras y como desafío territorial a otros gallos rivales. Excepcionalmente, los gallos también pueden producir este sonido como aviso, en caso que hayan detectado alguna amenaza en el entorno. Este comportamiento territorial no lo realizan únicamente los gallos, sino que muchas aves silvestres suelen producir sus cantos alrededor de sus territorios con la finalidad de avisar a los forasteros que se mantengan alejados.

Por último, cabe destacar que los gallos pueden emitir otro tipo de sonido, los cuales comparten en común con las gallinas: el cacareo. Este sonido, conocido por la onomatopeya “cocó”, suele ser más amigable y tranquilizador, pues es un sonido emitido cuando han encontrado comida, para llamar al resto del grupo o para dar inicio al apareamiento.

¿Por qué cantan los gallos?
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