Todas las aves arreglan sus plumas, las acicalan y pasan gran parte de su tiempo en cuidarse el plumaje. Y hay algo que también hacen gran parte de ellas que es el picaje o picoteo de las plumas. Esto puede llegar a se realmente agresivo e incluso con peligro de muerte.
Hay muchos problemas que inducen este picaje. El dueño debe observar también a las aves que tenga enjauladas. Y no sólo al pájaro en sí sino también debe observar el fondo de la jaula e incluso el suelo alrededor de ella por si el número de plumas que caen por todas partes es excesivo.
Los pájaros pueden “coger manías” y como resultado de celos o aburrimiento pueden comenzar un picaje excesivo. Otra causa puede ser un cambio de jaula a una más pequeña o la reducción de sitio si se introducen ejemplares nuevos en la misma jaula; pueden romperse algún cañón de pluma o hacerse heridas donde se produce posteriormente el picaje.
Si las aves están en la época de reproducción, un acicalamiento excesivo puede acabar asimismo en picaje.
Hay que vigilar la alimentación del ave. Debe ser variada en texturas y naturaleza: semillas variadas, frutas, verduras, etc deben ser los componentes de una dieta equilibrada.
Enfermedades generales como hepatopatías o parásitos intestinales pueden dar lugar a que las aves se picoteen. Es fundamental que se observe la jaula donde los excrementos se depositan y acudir al veterinario en cuanto se aprecie alguna anomalía. Aprovecharemos para recordar a loas dueños de aves que, cuando acudan al veterinario, no limpien la jaula. La información que obtiene el veterinario del hábitat donde vive el ave es fundamental. Puede ver qué tipo de semillas come y cuales no, puede ver las heces, tomando una muestra para analizar, puede ver el interior de los palos huecos de la jaula por si hubiera piojillo….
Los pájaros también tienen alergias, la más conocida es la alergia a algunas semillas, en particular las de girasol.
Las aves más afectadas por el picaje con las solitarias y las de tamaño mediano o grande: yakos, guacamayos, ninfas, etc. Los periquitos y canarios se ven menos afectados.
El veterinario debe, además de observar concienzudamente la jaula, efectuar un examen de la piel, raspados cutáneos, biopsias y/o citologías, cultivos de hongos, etc.
El tratamiento es realmente difícil debido a la gran variedad de causas. Si el picaje es de comportamiento, se debe corregir el manejo, es decir, mejorar las condiciones de la jaula, de forma que sea más espaciosa y con los mínimos peligros, evitar el aburrimiento, intentando provocar juegos con dispositivos especiales incluso con comida que provoque algo de ejercicio, dejando la radio o la televisión conectadas cuando se deje al ave sola en casa, colocar alguna bañera para su entretenimiento o incluso añadiendo compañía de la misma especie.
El veterinario aconsejará sobre cual es la mejor solución para su ave, además de ayudar con fármacos adecuados que él mismo prescribirá.
Lo mejor, la prevención: conocer las necesidades de cada ave tanto físicas como psicológicas. Confíe en su veterinario también en estos casos.